Una carta de presentación bien redactada puede marcar la diferencia entre conseguir una entrevista o quedar en el olvido. Aunque el currículum muestra tu trayectoria, la carta de presentación transmite tu personalidad, motivación y la conexión que tienes con la empresa o el puesto. Por eso, saber cómo estructurarla y qué incluir es clave para captar la atención del reclutador desde el primer párrafo.
Lo primero que debes saber es que una carta de presentación no debe repetir tu currículum. Su propósito es complementar tu perfil profesional y mostrar por qué eres la persona ideal para ese puesto específico. Cada carta debe ser personalizada: evita las plantillas genéricas y asegúrate de dirigirla a la empresa y posición concreta.
Empieza con un saludo profesional, preferiblemente dirigido a una persona específica. Si no tienes el nombre del reclutador, opta por un “Estimado equipo de selección” o “A quien corresponda”. En el primer párrafo, menciona el puesto al que te postulas y dónde viste la oferta. Este es también un buen momento para expresar tu entusiasmo por la oportunidad.
En el segundo párrafo, enfócate en lo que puedes aportar. Destaca tus logros más relevantes, menciona tus habilidades clave y explica cómo se relacionan con los requisitos del puesto. La clave está en mostrar cómo tus capacidades pueden resolver una necesidad de la empresa. Usa ejemplos concretos que respalden tus afirmaciones, pero mantén el texto claro y conciso.
El tercer párrafo es ideal para demostrar que conoces la empresa. Menciona brevemente por qué te interesa formar parte de su equipo y qué valores compartes. Esta parte genera cercanía y transmite compromiso, dos factores muy valorados por los empleadores.
Para cerrar, haz una llamada a la acción amable y profesional. Agradece el tiempo del lector y expresa tu disposición a ampliar información en una entrevista. Usa un tono seguro pero respetuoso, y despídete con una fórmula cordial como “Atentamente” o “Saludos cordiales”, seguido de tu nombre.
Recuerda revisar la carta antes de enviarla. Asegúrate de que no tenga errores ortográficos, que el formato sea limpio y que el tono sea profesional. Una carta bien cuidada refleja interés, atención al detalle y seriedad.
Una carta de presentación eficaz no solo te presenta como candidato, sino que también abre la puerta para que te conozcan más allá del currículum. Es tu oportunidad para conectar con quien está del otro lado y decirle, con claridad, por qué tú y ese puesto hacen el mejor equipo.
